No basta con tener los conocimientos técnicos. Los empleadores buscan que los nuevos líderes tengan otras habilidades, como autoconciencia y empatía.
No es la primera vez que el mundo atraviesa una crisis. La humanidad ha pasado por el cólera, la peste negra y guerras mundiales, entre otras. En este sentido, la vida es tan buena maestra que si no aprendes la lección, te obliga a repetirla. Si hay que empezar de cero a reconstruir la sociedad, la economía, la vida, así será. La pandemia por COVID-19 nos está transformando, y es un constante recordatorio de que todo puede cambiar y hay que estar preparados.
El confinamiento nos ha llevado a enfrentar una nueva situación. Estás en casa cuidando de los tuyos y a la vez desarrollando las funciones laborales para mantener el negocio a flote, generando ingresos. El estrés también se ha modificado, se refleja en angustia y ansiedad, ante la adversidad provocada por algo que te saca de la rutina.
En temas de imagen personal he hablado de la importancia del lenguaje no verbal, pues éste no miente y es el más auténtico. En este sentido, puedo decir que las nuevas habilidades esenciales de un líder son, entre otras: el pensamiento crítico, la negociación, la gestión de personas, la flexibilidad y la inteligencia emocional (IE).
Al final, el aprendizaje y las reflexiones sirven para crear escenarios alternativos, para prepararte con conocimientos, así como formar un mejor perfil que permita adaptación y empatía. Quienes superemos esta crisis, seremos la generación mejor preparada de la historia moderna.
Las técnicas de IE permiten un mejor conocimiento individual a la vez que facilitan el entendimiento entre el equipo de trabajo, esto con el fin de ser más humanos y cercanos. Dentro de las organizaciones, es importante que los colaboradores se sientan parte de algo para continuar con el negocio e impulsar la economía del país. Ser parte de un grupo es algo positivo.
¿Cómo se utiliza la IE?
Reconociendo, viviendo en conciencia, dejando a un lado los juicios, aceptando y aprendiendo de las experiencias, para de ahí tomar decisiones que se reflejen en tu estado emocional. No se reprimen, sino que se regulan y dirigen de manera asertiva. Así, las habilidades más importantes para desarrollarla son autoconciencia, autorregulación, motivación y empatía.
En la actualidad, gran parte de los empleadores están privilegiando todos aquellos atributos que dejan entrever si tienes un buen coeficiente de IE, más allá del intelectual. Por lo que es posible asegurar, que a pesar de que alguien sea muy bueno técnicamente, si no tiene capacidad de adaptación, lo más seguro es que lo desplacen o sustituyan por una persona que sí ha logrado desarrollar habilidades de comunicación. Además, cuando se trate de un ascenso, es más probable que consideren a una persona con alto nivel de IE, sobre cualquier otra característica.
Araceli R. de Motta Coach en imagen personal y ejecutiva aryimagen.net
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