La presentación es la foto que los demás tienen de uno mismo y que pueden describir con diferentes adjetivos. Éste es el ABC de una exitosa proyección en este sentido.
Nadie es dueño de su imagen, ésta le pertenece a los demás; pero sí se es responsable de lo que se quiere proyectar. Lo anterior abarca el lenguaje verbal, no verbal, uso de redes sociales, entre otras cosas, por lo que es importante cuidar los aspectos en todo momento.
Tanto mujeres como hombres requieren conocer las reglas más elementales de la imagen y en ocasiones las más desconocidas, para obtener resultados que les permitan escalar de la manera más eficiente en el organigrama de su empresa, o si trabajan por cuenta propia, puedan impactar de forma positiva.
Todos estos detalles podrían parecer lógicos, sin embargo, pueden llegar a fallar. Revisa día con día tu aspecto físico y corrige aquellas cosas que pueden mejorar hasta poder llegar a hacerse un hábito sin necesidad de ser un día especial.
ASPIRACIÓN PROFESIONAL
Vestirse para el éxito no significa proyectar que se tiene dinero, sino prepararse para el trabajo que se desea alcanzar y no para el que ya se desempeña. Arreglarse para el trabajo que ya se tiene evitará transmitir que se está listo para el siguiente nivel. Si se busca atraer a los clientes, se debe dejar de vestir para el día y empezar a vestir para triunfar. En el ámbito laboral siempre hay oferta y demanda, por lo que la persona ganadora será quien logre colocarse como la mejor opción.
LIDERAZGO Y SEGURIDAD
Una recomendación es quererse y proyectarlo con el lenguaje no verbal, sin tener que explicar a los demás que se posee una gran autoestima. Es importante ser visto por más personas como la mejor opción, por lo que es necesario ser congruente con lo que se dice, se hace y se piensa. La postura correcta son los hombros siempre hacia atrás, sin exagerar, mirada al frentey sonrisa natural.
A LA MEDIDA
Es un error pensar que se luce delgado al usar ropa más holgada. Además de dar más volumen, estas prendas sólo restan altura y proyectan una imagen desaliñada. Para mantener un estilo elegante, se debe cuidar que la ropa sea de la talla correcta, por lo que es recomendable que, si ya pasó un año o más y se tienen prendas en el clóset sin usar debido al peso corporal, es mejor que se sustituyan por ropa que ajuste de manera correcta.
Es muy común olvidarse de los zapatos, pero 50% de la imagen se centra en un calzado limpio y ad hoc. Los zapatos de suela dura y delgada siempre serán los más formales, le siguen los de suela de goma. Se recomienda tener entre las cosas personales una esponja lustradora de emergencia, que devuelva el brillo a los zapatos.
En el caso de los hombres, bajo ninguna circunstancia deben ir a la oficina o a una cita de trabajo sin calcetines.
En conclusión, la permanente oferta y demanda en el mundo laboral vuelve necesario posicionarse como el elemento ideal. Esto implica además de tener los conocimientos y habilidades necesarias, un buen lenguaje no verbal.
Araceli R. de Motta Coach en imagen personal y ejecutiva www.aryimagen.net