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Ary Motta, la imagen de la consultora en imagen

En alianza con el Fucam, promueve el proyecto de spas de belleza, que consiste en darles distintos servicios y regalos a las pacientes con cáncer de mama

“No me peiné”, son las palabras que expresa Sam, una paciente de cáncer de mama que se encuentra en pleno tratamiento y que está por recibir una asesoría de imagen, al momento que llega a la terraza de la Fundación de Cáncer de Mama (Fucam) donde se realizaría la sesión.

La expresión de Sam, aunque pareciera sarcástica, ya que debido a las quimioterapias recibidas se encuentra sin cabello, genera risas de todos los presentes, incluida ella misma.

“Tengo que cuidar la forma en cómo me dirijo a ellas”, interrumpe Ary Motta, una consultora de imagen profesional con ocho años de experiencia, que si bien ha asesorado la imagen de personalidades de distintos ámbitos, dedica más tiempo trabajando con chicas que lamentablemente han adquirido la enfermedad y que por las consecuencias de los distintos tratamientos, se ven obligadas a perder el cabello, por ende, su autoestima.

“La idea de esto, es que ellas (las pacientes) se sientan mejor”, dice, ya que cuando comienza la caída del cabello, da inicio una serie de autocuestionamientos de las enfermas: “¿Qué me va a pasar?, ¿cómo me voy a sentir?, ¿cómo me veré sin mi cabello?” y con ello, frustraciones, decepciones, lágrimas, entre otros padecimientos.

Lo ideal y óptimo es que una vez que son diagnosticadas, tengan el acercamiento conmigo. Se necesita saber el tipo de cáncer por el que pasan, una vez ubicado, les digo qué les voy a recomendar.

Les aconsejo lo que pueden encontrar en ropa interior, ya que por lo sensible que se vuelve la piel, no se deben usar encajes ni materiales sintéticos. Para las mujeres que han perdido el seno por completo y necesitan de una prótesis, les aconseja un brasiere tipo yoga, pues es lo que conviene utilizar para darle una atención distinta a esa zona, además de que tienen partes donde se les inserta la prótesis y pueden quedar seguras evitando que estas se muevan o caigan.

Para el cuidado de la piel en general, se deben usar cremas no muy hidratantes que tengan el menor grado de alcohol o perfumes, ya que tiende a resecarse; para eso, se recomienda sustituirlas por aceite de almendras o aceite de glicerina; en ese sentido, Motta ve un punto positivo, ya que se acostumbran a leer las etiquetas de los productos que utilizarán.

En cuanto al maquillaje facial debe ser lo más humectante como crema o brush, y evitar los polvos. Los labiales deben ser lo más cremosos posible.

El cabello se cae, no se pierde…

Sin embargo el tema fundamental en el tratamiento y/o recuperación de la enfermedad, es el cabello, para lo cual Ary explica:

“El cabello es una caída, no es una pérdida. De primera instancia hacen un corte muy pequeñito y utilizan productos a base de sábila para que la cabeza sienta frescura.

“Hay pelucas sintéticas y oncológicas, pero estas lo ideal es que tengan un corte lo más favorecedor al tipo de cara.

“Las pelucas oncológicas (aquellas que se realizan con cabello natural) tienen una base de látex tan perfecta que embonan bien por toda la zona de la cabeza, las deja transpirar muy bien en época de calor y frío. Se pueden teñir y se les pone pistola de pelo para alaciarlo, también se pueden tratar con tenazas y se les debe dar mantenimiento una vez al mes, que consiste en lavarlas, ponerles tinte, cambiar el corte, todo al gusto de la usuaria.

Complementos para ellas

Lo mismo pasa con los accesorios, se ve primero el tipo de cara y con ello lo que más les favorece en cuestión de collares, gargantillas y aretes.

En el resto de la ropa, hay que aprovechar al máximo la colorimetría, ya que la carga de la enfermedad les provoca a las pacientes una percepción de la vida color gris o muy neutra, asegura.

La consultoría en imagen, complemento del tratamiento para el cáncer de mama

El hecho de que existan profesiones como la de Ary, se ha vuelto un complemento necesario para las enfermas, pero lamentablemente, la mayoría solo se queda con el oncólogo, el nutriólogo, el dermatólogo, sin considerar que la imagen que proyectan al mundo y a sí mismas, es tan importante como los otros cuidados.

Aun así, Ary Motta dice que entre lo benéfico de realizarse estos tratamientos a consecuencia del padecimiento, está que te lleva a hacer cosas que aun estando bien no te atreverías, como el usar ropa distinta, fijarte más en los productos para el cuidado personal o en la higiene, hasta el cambio de look que puede provocar el portar ciertos colores, maquillajes y hasta en los cambios que se le hacen al cabello, en este caso las pelucas.

El logro

Ary Motta, quien tiene la licenciatura en relaciones turísticas por la Universidad Intercontinental, nunca imaginó el cambio en su vida daría al involucrarse en distintas actividades filantrópicas, hubo una persona que la motivó a estudiar la asesoría en imagen hasta llegar a certificarse, y en esa misma pasión filantrópica, vio en las enfermas con cáncer de mama el medio ideal para realizar su pasión.

La aventura de desarrollar su pasión, la lleva al Fucam donde propuso un proyecto de spas de belleza, mismo que se realiza dos veces al año, que consiste en juntar a especialistas que voluntariamente ofrezcan a las pacientes pláticas y talleres, se les brindan servicios de estética, manicure, pedicure, colorimetría y maquillaje; se les obsequian cosméticos, cremas, pelucas y turbantes.

Antes de concluir la entrevista, Sam es otra. Luce bellísima con el maquillaje que se le puso, se toma fotos con una peluca que mejor le quedó y no deja de sonreír. Esa risa, es el mejor pago de Ary Motta, la mujer que con buscar la imagen ideal a las pacientes de cáncer de mama, le ha cambiado la imagen al mundo.

Para conocer más a Ary Motta, se podrá visitar su página de internet www.aryimagen.net; además del correo electrónico personalbranding@aryimagen.com, así como con el nick @aryimagen en las principales redes sociales.

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